domingo, 15 de abril de 2012

Contrainsurgencia: Las acciones de la FABo contra Guevara

Operaciones aéreas durante la Campaña Contra-Insurgencia de 1967
Relativamente poco se ha escrito sobre la importantísima participación de la Fuerza Aérea Boliviana durante la Campaña Contra-Guerrillera de 1967. Este ensayo busca cubrir –aunque sea modesta y temporalmente- ese vacío informativo.
 
© JRO 

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Acotación:
Ante el insulto a la memoria colectiva que resultan ser las rememoraciones anuales de la muerte de Ernesto Guevara -hipócritamente compartidas hasta por dirigentes nacionales, consideramos necesario anexar a este artículo una Relación de Bajas en las Fuerzas Regulares Bolivianas. Realmente un Cuadro de Honor con los verdaderos héroes de esta campaña, caídos en combate en defensa de la soberanía y libertad boliviana.
 

Introducción 
Tenemos cuatro décadas de material bibliográfico acumulado sobre la breve experiencia guerrillera liderada por Ernesto “Che” Guevara en Bolivia. Desafortunadamente, la gran mayoría de esta literatura se ahoga en mitomanías o en el mejor de los casos es modestamente contraria a las Fuerzas Armadas Bolivianas. 

Relativamente poco se ha escrito sobre “el otro lado” de la campaña y a la fecha no contamos con una “historia oficial" de los eventos en cuales participaron las tres fuerzas y la policía nacional. Las mejores entregas literarias por parte de los militares fueron escritas por el Prado Salmón, un participante directo en la captura de Guevara, Reque Terán y Martínez Estevez (aunque estos dos últimos no se tomaron en cuenta para este ensayo). Lo escrito sobre la participación de la Fuerza Aérea en Ñancahuazú es aún más escaso. Este ensayo busca cubrir –aunque sea modesta y temporalmente- ese vacío informativo. 

El Contexto Histórico de la Insurgencia 
1966 marcó el séptimo aniversario del derrocamiento del mandatario cubano Fulgencio Batista. Mucho había pasado desde 1959, Fidel Castro consolidó su posición como el nuevo dictador de la isla, logrando mantenerse en el poder a pesar de un intento de invasión y una crisis que llevó al planeta al borde de la hecatombe nuclear. Sin embargo, para 1966 Castro también había fracasado en “exportar la revolución” a otros países latino americanos. 

Pero la Guerra Fría seguía su curso y Castro permanecía firmemente en la esfera Soviética. Cuba continúo siendo un refugio y base de entrenamiento tanto para terroristas como para guerrilleros. [1] Siguiendo un principio emanado de la Conferencia Tricontinental: que el uso de la “violencia revolucionaria” era aceptable para establecer un régimen comunista; y el principio estratégico del “foquismo”, Castro y sus lugartenientes decidieron que era hora de abrir un nuevo frente para el comunismo. 

Bolivia, en el centro de sur América y compartiendo fronteras escasamente pobladas con cinco países, presentaba algunas condiciones que los ideólogos comunistas domésticos y extranjeros creyeron adecuadas y hasta ideales para crear una guerrilla y establecer una base para el lanzamiento de otras expediciones intervencionistas. 

En ese entonces Bolivia estaba gobernada por el Gral. de Fuerza Aérea René Barrientos Ortuño, quien inicialmente alcanzó el poder como parte de una junta militar, pero fue elegido presidente en 1966. Una figura populista fuerte, Barrientos contaba con el apoyo del campesinado y la clase media. Mientras que su fervor anticomunista le ganaba el apoyo de países vecinos y de los EE.UU. 

Su oposición, partidos tradicionales como la Falange Socialista Boliviana (FSB)[2] y el Partido Comunista Boliviano (PCB), aunque fuertes en algunos lugares del país[3], en realidad no oponían una resistencia real. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) un partido del cual había surgido Barrientos, pero que eventualmente abandonó, presento sino un tácito apoyo una callada indiferencia a las políticas gubernamentales. 

Las Fuerzas Armadas, y en particular el Ejército desbandado por las milicias armadas de 1952, finalmente comenzó a recuperar su lugar en el escenario nacional a principio de los años sesenta. Aunque rejuvenecido por nuevas tandas de oficiales, permaneció relativamente pequeño y equipado con material obsoleto. Su entrenamiento y doctrina operacional continuaron enfocados a la guerra convencional y las tareas de “seguridad interna”. 

El Ejército continuaba utilizando material remanente de la Guerra del Chaco, siendo el arma básica el fusil Mauser calibre 7.65mm. Las armas de apoyo incluían ametralladoras Colt y Vickers, morteros de 81mm y unas cuantas piezas de artillería de 75mm. El equipo de procedencia estadounidense que comenzó a llegar en 1958 consistía de rifles y carabinas M-1 y M-2, ametralladoras Browning, morteros de 60mm, fusiles sin retroceso de 57mm y algunos lanza-cohetes de 3.5” sobrantes de la Segunda Guerra Mundial. Este material llegó a equipar pocas unidades, en especial aquellas de La Paz dedicadas a tareas de seguridad interna. Recién en plena campaña se introdujo un pequeño lote de fusiles FN-FAL de fabricación argentina. 

La Fuerza Aérea, una fuerza independiente desde 1957, también se había movido hacia la doctrina pro-estadounidense, aunque mucho antes que el Ejército. Para 1966, estaba equipada con equipo fabricado en norte América como ser los aviones de combate P-51 y AT-6. El entrenamiento se llevaba a cabo en aviones PT-19 de fabricación brasileña y unos pocos aviones T-28. Los transportes incluían aviones C-47, DC-3, C-54 y C-46, entre los utilitarios se contaba con aviones Cessna 195, Ce180 y AT-11, así como un lote mayor de avionetas Ce185 (U-17A/B). Finalmente, el helicóptero había sido introducido a las fuerzas armadas en 1966 con un Hiller UH-12L4 y dos H-23. 

El Orden de Batalla de la FAB consistía en la Base Aérea[4] Nº 1 en El Alto con un grupo de caza de cuatro escuadrones, un “escuadrón” anti-aéreo y un grupo de transportes con 2 escuadrones. La BA Nº 2 en Cochabamba con un grupo mixto (ex Destacamento Aéreo Nº 1) formado de 4 escuadrones. La BA Nº 3 en Santa Cruz con el Colegio Militar de Aviación (2 escuadrones). La BA Nº 4 en Trinidad sin escuadrones orgánicos y la BA Nº 5 en Tarija con el material remanente del Destacamento Aéreo Nº 2. En Caranavi operó el Destacamento Aéreo Nº 3. Los Grupos Aéreos Nº 2 en Cuevo y Nº 1 en Villamontes todavía se encontraban operativos, al igual que el Grupo Aéreo de Cobertura en Riberalta. 

Debido a factores como la falta de repuestos y accidentes una gran parte de los aviones disponibles no se encontraba en condiciones de vuelo. La flota de combate se encontraba especialmente disminuida durante la Campaña, ya que los P-51 operacionales habían sido enviados a EE.UU. para su reconversión a modelos F-51 Cavalier. 

Área de Operaciones 

 
La campaña de Ñancahuazú se desarrolló en un territorio de aproximadamente 40,000 Km² en el sudeste boliviano. El teatro de operaciones ocupó porciones de Chuquisaca y Santa Cruz aunque otros lugares del país habían sido estudiados como posibles zonas de operación[5]. Guevara seleccionó este lugar por razones que incluían la naturaleza agraria de la zona y su proximidad a algunos campos petroleros. 

El teatro en si ocupaba un cuadrilátero (ver figura 1) limitando al norte con el camino antiguo Cochabamba – Santa Cruz, al oeste con el río Mizque, al este con la vía férrea Camiri – Santa Cruz y al sur con el rió Parapeto. El terreno estaba regado de pequeños poblados, algunos muy aislados, el mayor de los cuales es Vallegrande con una población de 7,800 habitantes en ese entonces. La orografía era propia de valles mesotérmicos, montañosa y caliente, la vegetación baja y el agua escasa en temporada seca. Como una digresión histórica podríamos recordar que este terreno comparte similitudes con el que encontraron los paraguayos durante la última fase de la Guerra del Chaco. 

Los medios disponibles para sostener la guerrilla incluían dos ríos principales y sus pequeños afluentes, casi las únicas fuentes de agua limpia. Los campesinos de la zona mantienen pequeños cultivos de maíz, arroz, caña de azúcar, yuca y algunas frutas. La cacería era también importante y la mayoría de los campesinos mantenía pequeñas cantidades de ganado, aves u otros animales. Nueve caminos principales y el ferrocarril conectaban los pueblos entre si y las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz. La única pista aérea permanente de la zona estaba en Camiri, aunque algunos pastizales o lechos de río eran utilizables en casos de emergencia, y se construyeron o mejoraron nuevas pistas en algunos poblados y en Vallegrande. 

La preparación por parte de la guerrilla consistió de la acumulación de municiones, armas ligeras, comida, ropa y otros implementos. Algunos de estos materiales fueron acumulados en exceso con la esperanza de enlistar personal local. El grupo también adquirió una propiedad de 1,227 hectáreas a unos 25 Km. del poblado de Lagunillas, el lugar fue llamado simplemente Casa de Calamina. La propiedad debía ser usada como base de operaciones para lanzar misiones de reconocimiento y como fachada para las intenciones del grupo. La fuerza guerrillera estaba compuesta de 30 bolivianos, 17 cubanos, y 6 de otras nacionalidades. Con excepción del periodista Regis Debray (pseudónimo Danton) todos eran combatientes, aunque en diferentes grados de experiencia y eficiencia. 

Las fuerzas militares locales (unidades de la Cuarta y Octava División) en realidad no se encontraban preparadas para enfrentar a la guerrilla. 

Primera Fase de Operaciones[6] 

Guevara inicia su diario de campaña en Noviembre 7 de 1966, el día que llegó a la Casa de Calamina, durante los siguientes cuatro meses cuenta de las diversas misiones de reconocimiento llevadas a cabo por su grupo, el arribo de nuevo personal y la preparación de tres campamentos subsidiarios. 

A pesar de encuentros previos con miembros de la Policía Nacional[7], fue la casualidad lo que trajo las primeras noticias sobre la presencia de los guerrilleros a oídos del comando de la Cuarta División. En Marzo 9 de 1967, el Cap. Augusto Silva, quien regresaba a pie de una exploración para fines de acción cívica, abordó un vehículo de YPFB[8] que pasaba por la ruta a Camiri. Durante el camino (una distancia de 100 Km.) el conductor y su ayudante informaron a Silva que el 5 y 6 de ese mes se habían encontrado con seis hombres sospechosos “barbudos y con pinta de extranjeros” en la estación de bombeo de Tatarenda. Los hombres descritos portaban armas y uniforme verde olivo, habían comprado comida y cargaban bastante dinero. 

Tan pronto como el oficial llegó a Camiri, informó a su Comandante de lo ocurrido reuniéndose ambos al día siguiente con el superintendente local de YPFB para coordinar una búsqueda. Es así como la primera misión aérea de la campaña, un vuelo de reconocimiento, fue llevado a cabo en un avión ligero de YPFB (probablemente el Cessna 185, CP-711). En la mañana del día 11, cuando la nave regresaba de Santa Cruz a Camiri, con el Cap. Silva y otro observador logró ver un grupo de cuatro hombres en una banda del Río Grande, al notar el avión los hombres corrieron a la cobertura del matorral. Este evento resultó suficiente razón para organizar una patrulla en busca de los sospechosos. La patrulla Silva, compuesta por seis soldados y el oficial, alcanzó Tatareada el día 12 y continuó en dirección al oeste hacia el río Ñancahuazú, pobremente armados y aprovisionados, llegaron a la Casa de Calamina el día 17 de Marzo. 

La fuerza guerrillera de 47 hombres se encontraba dispersa en tres grupos, el primero aún no retornaba de una expedición, el segundo se encontraba acampado a 2 Km. norte del lugar. El tercer grupo, asentado en la propiedad, escapó tan pronto como notaron la patrulla aunque durante el tiroteo con lo militares lograron herir a un soldado. El Cap. Silva ocupó la propiedad y emplazó a sus tropas lo mejor que pudo, no sabía entonces que dos guerrilleros desertores habían sido capturados e interrogados el día 12, el comando de la Cuarta División comenzaba a comprender la situación y organizar su respuesta. 

Después del primer encuentro con los guerrilleros las operaciones escalaron a incluir el envío de dos patrullas (cada una compuesta de alrededor de 60 hombres) más en misiones de reconocimiento sobre el río Ñancahuazú, uno de estos grupos, comandado por el Mayor Hermán Plata, alcanzó la Casa de Calamina el 22 de Marzo. Al reunirse con la patrulla Silva continuó su misión siendo el grupo dividido en tres segmentos el 23 de Marzo. La vanguardia del grupo fue emboscada al preparase a cruzar el río por una fracción de la guerrilla. La emboscada tuvo un resultado terrible al haber sido muertos seis soldados y un guía civil, cinco heridos y 18 capturados. 

El resto de las fuerzas regulares se retiró a Pincal a espera de sus órdenes, los prisioneros fueron liberados al día siguiente. El 24 de marzo dos AT-6 desplazados de Camiri bombardearon las posiciones guerrilleras en la primera misión de ataque de la campaña. El mismo día una compañía de paracaidistas (81 hombres) del Centro de Instrucción de Tropas Especiales (CITE) arribo a Camiri, la zona de operaciones no se prestó para su especialidad, y esta fuerza combatió el resto de la campaña como infantería. El 25 una compañía mixta arribó de Santa Cruz, para el transporte de estas fuerzas se usaron aviones DC-3 (versión civil de C-47) y C-54, pertenecientes al TAM. 


 
El Mayor Jaime N. de Guzmán fue el primer piloto boliviano de helicópteros y tuvo una actuación destacada en la campaña, en esta foto llega a Camiri. (Foto: Ustariz) 
 
Este H-23 lleva los restos del Guevara a Vallegrande.
(Foto: Prado, La guerrilla...)
 


El día 26, el presidente Barrientos llegó a Camiri, volando después a la Casa de Calamina en un H-23. Después de permanecer en el frente incluso a unos pocas millas de Guevara, Barrientos regresó a Camiri y dio una conferencia de prensa en la que oficializa la presencia de la fuerza guerrillera en el país. Las misiones de reconocimiento aéreo continúan por los siguientes días, con una misión de re aprovisionamiento aéreo (con paracaídas) anotada el día 27 y una de bombardeo el 29[9]. 

El 1ro de Abril el comando del ejército llega a la decisión de bloquear el acceso de la guerrilla a los centros poblados y ordena que las cuatro compañías disponibles (A, B, C y D) se asienten en Yuqui, Pincal, laguna Pirirenda y Lagunillas respectivamente. Cada compañía inicia sus patrullas el día 3, pero no encuentran a la guerrilla hasta el 10 de abril cuando la compañía A es emboscada en la coyuntura del río Iripití con el Ñancahuazú. Este resulta ser el combate con mayor mortalidad de la campaña, ya que 11 tropas y oficiales son muertos, 14 heridos y 23 capturados. La guerrilla sufre una baja[10] y una captura. Los prisioneros militares son liberados al día siguiente. 

Las consecuencias de esta emboscada fueron fuertemente sentidas entre los bolivianos, quedando claro que las tropas disponibles en la zona de operaciones no eran suficientes para este tipo de acciones. En la actualidad se estima que un ratio de 8:1 es necesario para combatir efectivamente a una fuerza irregular, difícilmente se cumplía este principio durante la campaña de 1967. Se estimó que el apoyo aéreo resultaba inefectivo debido al terreno, alejamiento de las bases, rapidez de la maniobra y la falta de medios de comunicación. También debió asimilarse que la fuerza guerrillera resultaba experimentada y de momento bien aprovisionada. 

El comando militar comienza a reformular su estrategia, y lentamente aumenta el número de personal desplegado. 375 soldados arriban de otras guarniciones del país, incluyendo el regimiento de artillería Bolívar desde Viacha, la Escuela de Sargentos de Cochabamba, tropas del Centro de Operaciones de Selva (CIOS) de Riberalta y el regimiento de infantería Sucre. En conjunto estas tropas son una adición muy bienvenida a los más o menos 200 combatientes bolivianos en la zona. 

Mientras el ejército reorganiza su despliegue, la fuerza aérea continúa sus vuelos de reconocimiento utilizando media docena de avionetas. La FAB también ejecuta misiones de hostigamiento (ametrallamiento); en su diario de guerra Guevara cita la acción del 20 de abril en que 3 AT-6 atacaron su posición hiriendo a uno de sus hombres. También indica que los reconocimientos aéreos impiden su movimiento libre de día. Los hostigamientos continúan hasta el día 24. 

Los guerrilleros también utilizan este tiempo para reorganizarse, enterrar equipo capturado y reunir provisiones. Conciente de haber sido descubierto demasiado pronto, Guevara anota el problema de que su fuerza arrastra el ancla de los periodistas Roth, Debray y el dirigente comunista Ciro Bustos. En un error estratégico que eventualmente cuesta la aniquilación de la mitad de sus tropas, Guevara ordena la división de sus fuerzas quedando el grupo Joaquín atrás mientras el se dirige a la zona de Muyupampa para abandonar a los periodistas. Guevara no deja instrucciones de seguridad, rutas, fechas o puntos de reunión. Las fuerzas guerrilleras dividas el día 16, no vuelven a encontrarse mas. 

Una de las medidas más importantes tomadas durante este periodo incluye la reactivación del regimiento de infantería Manchego, asentado en Montero. Con 650 nuevos reclutas el regimiento comienza a entrenar a mediados de abril, entre los instructores se encuentran 16 oficiales y sargentos norteamericanos. 

Mientras esta fuerza de reserva comenzaba su entrenamiento el ejército decidió usar las fuerzas existes en la zona de operaciones para rodear las posiciones de la guerrilla. La maniobra se completa el día 17. Sin embargo, durante la noche del 16 las fuerzas guerrilleras logran evadir el sitio. A los pocos días se ordena un cambio de posiciones y dos compañías marchan hacia Muyupampa, el periodista Roth y Debray son capturados el día 20. La fuerza aérea se mueve a bombardear y ametrallar las posiciones guerrilleras, Pacho anota en su diario que el hostigamiento resulta inefectivo. 

Al notar la proximidad de los guerrilleros, una fracción boliviana los persigue hasta la hacienda Coripote donde intercambia fuego con la retaguardia guerrillera. El día 25 de Abril la vanguardia de la compañía CIOS es emboscada en El Mesón, un guía civil y un policía son muertos por los guerrilleros, quienes sufren una baja. Las tropas se reagrupan y el día 25 un helicóptero sobrevuela la zona, llamando apoyo aéreo que resulta en hostigamiento desde los AT-6’s. La guerrilla se retira apresuradamente del lugar. 

El día 26 un guerrillero desertor (Loro), lejos ya de la zona de combate sorprende y asesina a un Sargento y soldado boliviano que controlaban una tranca caminera. Algunas tropas son enviadas al lugar, a fin de comprobar la presencia de otra fracción guerrillera. 


 
Los Cavalier Mustang llegaron a fines de la campaña, pero lograron participar en las operaciones.
(Foto: Acervo Histórico de la FAB)
 

 
En 1970 los pilotos del GAMX delante de sus naves, los Texans aun conservan el esquema de pintura portado en 1967. (Foto: Acervo Histórico de la FAB) 

Al evaluar el resultado de los combates y situación actual, el enemigo decide regresar a su base en las bandas del río Ñancahuazú, no enfrentan resistencia en el camino ya que la compañía CIOS pierde contacto con ellos y el resto de las fuerzas se encuentra desplazado a otros puntos. La guerrilla llega a su segundo campamento el día 8 de Mayo, donde son enfrentados por una patrulla liderada por el subteniente Henry Laredo, el oficial muere en combate junto con dos alumnos de la Escuela de Clases, 19 hombres son capturados. Uno de los soldados logra evadirse e informar a sus superiores, dos compañías marchan hacia el campamento, la fuerza aérea bombardea el lugar en preparación apenas horas después de que los prisioneros fueran liberados. Durante los siguientes dos días continúa el bombardeo del área, una escuadrilla de AT-6 ametralla las cercanías de la columna guerrillera los días 14, 15, 16 y 24. Las patrullas del ejército, sin saberlo, marchan paralelas a la guerrilla. 

El enemigo cambia su rumbo hacia el Este, mientras el ejército prepara un contraataque que tarda demasiado en llegar. Después de varios días de búsqueda una avioneta logra observar a la columna guerrillera en las cercanías de la hacienda Pirirenda. Al verse descubiertos, los guerrilleros vuelven al monte y no son encontrados hasta el 28 de Mayo, cuando ingresan al pueblo de Carahuatarenda y capturan dos vehículos. Utilizando estas camionetas se mueven hacia la vía férrea Yacuiba-Santa Cruz. El ejército despliega dos compañías motorizadas en su persecución del RI24 Méndez Arcos y RI1 Colorados. Ambas compañías llegan a El Espino el día 30 de Mayo, el RI1 continúa su búsqueda hacia el este mientras el RI24 toma el rumbo norte paralelo a la línea de ferrocarril. La vanguardia de esta compañía recibe fuego enemigo y sufre dos bajas. Al día siguiente uno de los camiones del RI11 Boquerón, que se había unido a la búsqueda es atacado con granadas sobre el río Muchiri, falleciendo un civil y siendo heridos cinco militares. 

Segunda Fase de Operaciones 

Al finalizar tres meses de operaciones el balance se inclinaba a favor de los guerrilleros, la bajas militares alcanzaron los 24 muertos y 21 heridos, en adición a 4 civiles y un policía muerto. Las pocas bajas guerrilleras eran desconocidas a cabalidad por el ejército, lo cual aumentaba la frustración reinante. La situación derivó en medidas radicales, siendo relevados varios mandos y entrando en ejecución el plan “Cinthya”. En el “frente interno” la represión militar y policial en las minas y centros urbanos se incrementó a extremos inesperados[11]. 

Como parte del plan “Cinthya” el Orden de Batalla existente sufrió algunos cambios al sumarse 564 combatientes nacionales a las fuerzas existentes –que había alcanzado 693 hombres., algún material (camiones, radios) también fue reasignado. La 8va División también movilizó algunos de sus hombres ya que su jurisdicción había sido comprometida por el enemigo. Finalmente el área de operaciones fue dividida en tres sectores, fijando límites funcionales a las pequeñas unidades responsables en el terreno. 


 
Los aviones de transporte del TAM fueron ampliamente usados durante la campaña, tanto en el transporte de tropas como logístico. (Foto: Ustariz)

La pista de Vallegrande fue habilitada durante la campaña y aun opera en la actualidad.
(Foto: Acervo Histórico de la FAB)
 

A nivel fuerza aérea, los AT-6 y P-51 comenzaron a utilizar el agente incendiario NAPALM en sus misiones de bombardeo -este hecho fue dado a conocer con gran alharaca por el New York Times, cuyo corresponsal observo un bombardeo desde la cabina de un AT-6. Así mismo se solicitó y recibió cámaras de reconocimiento K-17 y municiones a los EE.UU. La coordinación con las fuerzas terrestres también fue mejorada, los líderes de compañía en zonas de peligro fueron dotados de radios PRC-9 y PRC-10, las cuales eran utilizadas para intercambiar mensajes entre las tropas y las avionetas que sobrevolaban la zona; las cuales a su turno estas solicitaban apoyo aéreo de las escuadrillas de combate que sobrevolaban la zona. Los rudimentos del Apoyo Aéreo Cercano (CAS) fueron finalmente establecidos formalmente. 

En cuanto a combates se refiere, el primer encuentro de esta fase ocurrió en Cafetal el 10 de Junio, cuando la compañía Trinidad enfrentó a una fracción enemiga en el margen del río Grande, como resultado un soldado fue muerto y otro herido. La compañía utilizó morteros para atacar las posiciones guerrilleras y solicitó apoyo aéreo. Una compañía del Méndez Arcos fue enviada a la zona. Ante esta presencia la guerrilla cambia su ruta y marcha hacia el río Rosita para llegar al pueblo de La Florida, la FAB continúa sus patrullas utilizando Mustangs y avionetas, forzando a la guerrilla a caminar durante la noche. 

El día 25 el enemigo llega a las afueras de La Florida y envía algunos hombres a comprar provisiones. Una compañía mixta de la 8va División (la cual incluye una sección del Batallón de Infantería de Marina Alianza) llega al poblado esa misma noche. El día 26 de Junio una patrulla militar es emboscada y tres soldados son muertos, uno de los guerrilleros también muere. El enemigo evade al resto de la compañía y parte rumbo al camino antiguo Cochabamba-Santa Cruz, al no haber podido reclutar nuevos elementos o reunir suficientes provisiones, los 24 guerrilleros del grupo sufren de varias privaciones y una dolorosa marcha al norte. Después de este combate el comando militar juzga oportuno oficializar la presencia de Ernesto Guevara como líder de la guerrilla. 

La 8va División organiza un despliegue en los distintos pueblos y el camino CBBA-SCZ, el área a cubrir alcanza los 250km lineales, por lo que las compañías son divididas a fracciones mínimas en cada puesto. Una de estas fracciones (en este caso 10 hombres del RI13 Ustariz) ocupa el pueblo de Samaipata. El 6 de Julio, utilizando su vanguardia los guerrilleros logran sorprender a los militares y capturarlos. Uno de los hombres, el soldado José Verazaín Llanos, valientemente intenta liberar a sus compañeros y es ejecutado sin miramientos por los guerrilleros. La fuerza enemiga logra capturar cinco rifles y una ametralladora, se retiran después de obtener alimentos y medicinas. 

Al esperar una fuerte respuesta militar los guerrilleros cambian su ruta al sur, a pesar de la necesidad de obtener medicinas continúan su marcha sin ocupar otros poblados y ocultándose de los campesinos. Los vuelos de enlace y reconocimiento continúan sobre el área, Pacho y Guevara anotan sus impresiones sobre estas misiones[12]. La compañía Trinidad marcha rumbo al sur, tratando de interceptar al enemigo. El día 27 de Julio ambas fuerzas se encuentran en el área de Corralones, una de las patrullas militares ubica a los guerrilleros en la margen de un cañadón, y emplaza morteros para atacarlos. También solicitan apoyo aéreo (dos AT-6) el cual no arriba de Camiri a tiempo. Una fracción militar también es emboscada por la retaguardia guerrillera, siendo un muerto un guía civil. 

El 30 de Julio en cercanías de Morocos, la vanguardia de la compañía Trinidad enfrenta al enemigo en un fiero combate que se prolonga durante la noche. Como resultado dos hombres de Guevara son muertos y otros heridos, cuatro soldados son muertos e igual número heridos. Dos de las bajas pueden ser atribuidas a la falta de evacuación aérea oportuna.[13] 

El mes de Agosto fue utilizado por los guerrilleros para marchar hacia sus depósitos -ya descubiertos- en las bandas del río Grande. Desmoralizados y privados de contacto con el exterior, los guerrilleros evitan contacto con los militares hasta Agosto 26 cuando fallan en emboscar a un grupo de siete hombres que patrullaba la zona. Un soldado es herido en el intercambio, mientras la guerrilla se retira apresuradamente. 

Este mes también marca la aniquilación de las fuerzas guerrilleras comandadas por Joaquín[14], quien permanece en el sur marchando sin objetivo visible durante meses. Una fracción de la compañía Oxa persigue a este grupo durante dos meses, finalmente en Agosto 31, en el lugar conocido como Vado de Yeso, ocho guerrilleros de este grupo son emboscados y eliminados por elementos del RI12 y GC8, un soldado muere en el combate. 

Tercera Fase de Operaciones 

Vado de Yeso es el comienzo del fin para la campaña contrainsurgencia, después de un periodo inicial marcados por altas bajas, y otro de re-alineamiento la fuerza armada esta finalmente en condiciones de eliminar a la guerrilla.

En Septiembre 3, las tropas del ejército logran dar con el grueso de la fuerza guerrillera, en Yajo Pampa, un soldado es acribillado desde la cobertura del monte. Una compañía más es enviada al lugar, casualmente encuentran el cuerpo de la guerrillera Tania que había sido arrastrado río abajo. El helicóptero solicitado para recoger el cuerpo trae la sorpresa de llegar con el presidente Barrientos, quien armado de una sub-ametralladora UZI se une a la patrulla durante 24 horas sin otra protección especial. Este acto de apoyo aumenta la moral de las tropas bolivianas. 

Los guerrilleros evaden a las fuerzas regulares y evitan cualquier contacto con la población, como resultado sufren hambre e indisciplina. Al no poder mantener esta situación, ingresan al pueblo de Alto Seco el 24, donde compran víveres y conducen una sesión de propaganda. Al norte, el RI Manchego de especialidad Ranger finalmente ingresa al teatro de operaciones llegando a Vallegrande en la mañana del 26 de Septiembre. La compañía “B” de este regimiento marcha al sur para reunirse con una compañía del GC-8 Braun, el cual había ubicado e intercambiado fuego con la vanguardia enemiga cuando abandonaban La Higuera, las bajas guerrilleras incluyeron 3 muertos y dos deserciones, los militares no sufrieron bajas. 

La compañía Ranger llegó a La Higuera en la tarde del 26 y junto a la compañía del Braun persiguieron a los guerrilleros por los siguientes 10 días. Dos otras compañías se unieron a la operación, la fuerza aérea incrementa sus misiones de reconocimiento sobre el área. Eventualmente los 190 hombres de las tres compañías logran rodear al enemigo. El 8 de Octubre la maniobra militar es completada logrando una emboscada en el cañadón de El Churo. En preparación al ataque se solicita helicópteros (uno de los cuales es alcanzado por fuego enemigo) y apoyo aéreo. Dos AT-6 armados de NAPALM y ametralladoras son detenidos por el Capt. Prado, al verse imposibilitado de señalar la posición guerrillera sin poner en riesgo a las tropas bolivianas. El combate que se desencadena al poco tiempo resulta en cuatro bajas fatales y cuatro heridos por parte de los bolivianos y seis guerrilleros muertos, más otros heridos. Dos guerrilleros -uno de los cuales es Guevara- son capturados por los Rangers. Estos son escoltados a la Higuera, al día siguiente el alto mando militar ordena su ejecución sumaria. 

La insurgencia continua después de la muerte de Guevara, el grupo de 10 hombres que logar escapar de El Churo es ahora liderado por el oficial cubano Urbano. En su marcha al norte el grupo guerrillero llega a la población de El Naranjal el día 12 de Octubre, una fracción de los Rangers enfrenta a los guerrilleros y sufre cuatro bajas militares y una civil. Una de las bajas militares es un médico desarmado muerto mientras atendía a un soldado herido, el cual es también asesinado por el enemigo. 

 
Prácticamente todas las radios móviles en el stock del ejercito fueron desplazadas a Ñancahuazú.
(Foto: Prado, La guerrilla...)


Los helicópteros resultaron vitales para las inspecciones y rescates en la zona de combate.
(Foto: Prado, La guerrilla...)
 

El 13 de Octubre, ahora en el área de Cajones, los Rangers enfrentan a los guerrilleros y causan cuatro bajas enemigas sin sufrir bajas propias. Los seis guerrilleros sobrevivientes ahora liderados por Pombo, escapan al norte evitando contacto con los militares o la población. Llegan al pueblo de Mataral el 13 de Noviembre e intentan comprar ropa civil y provisiones. Una patrulla de la Escuela de Clases enfrenta al enemigo y causa una baja. Los guerrilleros retoman su ruta de escape y no son vistos ni encontrados hasta febrero de 1968, cuando logran evadir el control policial existente y llegan a Chile. 

Mataral es considerado el último combate de la campaña, a partir de ese momento la persecución de los sobrevivientes es encargada a la policía nacional. En el área de operaciones las tropas comienzan su desmovilización el 21 de Noviembre, la última unidad en ser desmovilizada es el regimiento Ranger, el 30 de Diciembre. La fuerza aérea conduce una serie de operaciones de transporte durante este periodo, regresando a los combatientes a sus diversas unidades. El elemento de combate de la fuerza aérea (del GAC-31 y GAMX) retorna a sus bases en La Paz y Cochabamba. 

Aunque la controversia sobre la ejecución de Guevara y los juicios a Debray y Bustos ocupan el escenario inmediato al fin de las operaciones militares, la insurgencia tiene un efecto muy duradero en el aspecto militar. Esta experiencia es internalizada por los militares como una victoria contra un agresor en gran parte extranjero abanderado de ideas intervencionistas exógenas. A partir de este momento la doctrina y entrenamiento de las Fuerzas Armadas cambia profundamente. 

Notas 

[1] Por ejemplo, entre 1961 y 1973 el aeropuerto de la Habana recibió no menos de 145 aviones secuestrados. Gran Historia Universal Larousse, Vol. 17 pág. 2145 (Chile: 1992). 
[2] Un partido de derecha, la Falange había experimentado con operaciones guerrilleras ya en 1964. 
[3] La Falange tenía sus fuertes en Santa Cruz, Sucre, y en menor medida Cochabamba; mientras que el PCB era activo en La Paz y el cinturón de asentamientos mineros del altiplano. 
[4] “Base Aérea” en este caso no debe entenderse como la simple ocupación física de cierta cantidad de unidades, su equivalente actual son las Brigadas Aéreas, los Destacamentos Aéreos son sin embargo, remanentes de la estructura de la Guerra del Chaco. 
[5] Entre estos lugares se incluía a la zona de Apolo en el norte paceño -otra guerrilla “Guevarista” se alzaría en este lugar años después- y la zona agrícola de Santa Cruz. 
[6] Todas las fechas y lugares de combate son tomadas del trabajo de Prado, varios datos sobre las operaciones aéreas son tomadas de los diarios de Guevara y Pacho. 
[7] La policía local había visitado la propiedad en tres ocasiones, se sospechaba que el lugar era usado como fábrica de cocaína. 
[8] La empresa colaboró con el ejército en varias ocasiones durante la campaña, aun amenazada por los guerrilleros no detuvo sus trabajos en la zona. 
[9] Pacho se refiere a los cinco aviones como Mustangs, aunque es posible que se tratase de aviones AT-6. 
[10] Se trataba del Cap. de ejército cubano Jesús Suárez (Rubio). 
[11] La “Masacre de San Juan” fue perpetrada el 24 de Junio, todos los centros mineros importantes –previamente declarados “Territorio Libre” por los dirigentes comunistas locales fueron militarizados. 
[12] El día 18 de Julio, Pacho anota haber visto 2 aviones “T-18” sobrevolando el área, estos bien podrían haber sido aviones T-28, aunque no contamos con mayor evidencia al respecto. 
[13] Uno de los H-23, tripulado por el Teniente Rolando Arévalo y el Cap. Téc. Rolando Sandoval aterrizó de emergencia en las colinas norte de Postrervalle un mes antes, ambos permanecieron extraviados durante 3 semanas y media, fueron rescatados a punto de fallecer. El helicóptero fue recuperado y reparado, sirviendo de nuevo en la Campaña. El otro H-23 se encontraba en la frontera con Paraguay (hito Choroveca) cuando aconteció este combate. 
[14] El grupo de Joaquín estaba compuesto originalmente por 17 combatientes incluyendo una mujer. La mayoría fueron capturados o desertaron. 

Bibliografía 
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Dunkerley, James. Rebelión en las Venas 2nd Ed. La Paz: Plural Editores, 2003. 
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Aviación Boliviana

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